lunes, 1 de diciembre de 2008

Centro Comunitario de Aprendizaje


“Hace frío”.

El ruido (zumbido) del extraño servidor de Internet se combina con la explicación que la joven maestra intenta dar a sus tres alumnas. El salón esta frío a pesar de la hora (“ahorita está rebien” había dicho doña Zenaida hacía unos minutos, cuando tomábamos café. Me reí al escuchar tal comentario sobre el clima porque apenas le había dicho a Paola en el camino que prefiero la playa, ¡yo me estaba congelando!).

La máquina que alimenta al módem (y no sé qué tanta cosa) hace ruido, zumba. Pienso: “Si hubiera estudiado ingeniería, ¿haría algo así o más estético? esa estructura refleja muchas cosas: cuadrada, negra, funcional. En fin…”.

Paola continúa la explicación. En el pizarrón se lee:

a2(lease, al cuadrado) – b2 = (a+b) (a-b)

“Porque al multiplicar (a+b) (a-b) obtenemos a2 – ab + ab – b2 y eso es igual a a2 – b2”.

Por un segundo las distrae un caballo medio cargado de leña que pasa frente al salón.

“Recuerdo eso, factorización”. Paola sigue explicando, algo pasa por mi mente respecto a la explicación, respecto a la factorización, respecto a la educación, respecto a lo que hacemos ahí, etc. (bueno, lo que hace ella, yo sólo escribo un post.)

A mi lado hay un letrero: “A partir del día 02 de septiembre del 2008 para personas que no tienen curso en el CCA el uso de la computadora será de 1 hora y el Messenger se cobrará por hora, gracias. Atentamente CCA Lagunillas”.

Mi divagación interna sobre la factorización, educación, desarrollo comunitario, etc. se confirma cuando Paola lee una duda en sus alumnas:

– “Se preguntarán para qué sirve esto”. (“yo también me lo pregunto”, se me ocurren algunas respuestas).

“No conozco mucho a las alumnas, ni cómo es su vida en la comunidad en que viven. Sólo sé que hacen la prepa muy difícilmente a distancia con asesorías regulares como esta. No sé si les motive factorizar para resolver problemas más grandes y encontrar y simplificar fórmulas matemáticas complejas como hacen los químicos, científicos o los ingenieros que construyeron la máquina que zumba. Sería excelente que se convirtieran en investigadoras algún día, no dudo que tengan la capacidad para ello. Pero me pregunto cómo respondería yo a esa pregunta: “¿Para qué sirve factorizar?” (luego me enteraría de que llevan una materia llamada pensamiento crítico, tal vez ahí respondan a la pregunta, no sé). Por ahora lo único que pienso es en ellas. Quizá les diría sinceramente y con posibilidad de equivocarme: “Yo estudio Relaciones internacionales, algo que no implica factorizar, en realidad casi nunca necesito hacerlo en mi vida, y es posible que ustedes tampoco. Sin embargo hay dos cosas muy importantes por la cual deben saber cómo factorizar y practicar esto, al menos en esta clase: 1) porque lo necesitan para pasar el curso y obtener el papel que diga que pasaron el curso. Y 2) lo que considero más importante, toda operación que ayude a nuestro cerebro a ser más ágil para resolver problemas, clasificar información (en términos semejantes, binomios cuadrados perfectos, etc. En este caso), explorar opciones, ver las cosas desde distintos puntos de vista, analizar un todo como algo compuesto de muchos “factores”, toda actividad que motive estas cosas, es bienvenida.”

Paola respondió algo parecido (sin mencionar el punto número 1 claro), veo que disfruta ser maestra.

Salgo a ponerme un suéter. La explicación sobre factorización con expresiones al cubo continua, a eso ya no le entiendo, no lo recuerdo (y ya no escucho). Me perdí escribiendo el post. Lo único que sé es que propondría algo que justo ahora se me ocurre: Sinceridad pedagógica, “¿por qué llevamos este curso profesor Serratos?” (Sería genial un curso a la SEP, al SNTE y por qué no… al Tec en algunas de sus materias de relleno.).

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Wow ahora soy la primera en comentar...jejeje...
me acuerdo de la escuela y las matematicas creo esa fue siempre mi duda, por eso nunca fui buena "para que nos sirve?"...pero en vdd es bueno agilizar la mente... pero esa pregunta aplica en muchas otras circunstancias de la vida no solo mate...

B. dijo...

¡Sí! Yo tenía unas ganas enormes de decorar la "máquina que zumba" Creo que por eso no fui ingeniero, habría sido la burla de la carrera pintando las mamadas que inventan esos extraños seres y buscando maneras de hacerlo todo más "estético"

Lo mismo le preguntaría a Serratos y a otros tantos.

Tú sí sabes sacar experiencias productivas de la vida. Me siento mal porque lo único que me salió del viaje a Lagunillas fue literatura erótica porcina...

Mar dijo...

Ay, odio la razón número uno sobre por qué es necesario aprobar las asignaturas de relleno durante un curso escolar.

Yo odié estadística, materia que llevé durante muchos semestres de la carrera. Y odié más que cuando preguntábamos al maestro para qué nos serviría su materia en nuestra profesión respondiera casi con los mismos incisos que marcas tú en tu escrito.

Chale.

Ah, gracias por la visita. Aquí me tienes, devolviendo la cortesía.

Tritza dijo...

por eso odiaba las mates

Roque dijo...

Vámonos todos a dar clases a la selva...

Anónimo dijo...

Hola, Roque:

suerte con la enseñanza y el aprendizaje.

dayanna* dijo...

Yo sí me voy a la selva, pero no les demos clases inútiles enseñémosles cosas necesarias y más que nada vayamos nosotros a aprender de la cultura y su forma de vida.

Me encantó tu post, creo que estás desarrollando un estilo narrativo muy muy muy muy MUY chido.

Te quiero =*

Roque dijo...

Gracias Dayanna y Milagros.

En realidad las clases son el pretexto y lo que quiero es huir y buscar en sus comunidades una forma alternativa de vivir.